sábado, 31 de enero de 2015

Michelle Obama sin velo en Arabia Saudita, ¿estáis de acuerdo?

Originalmente publicado en próxima salida, MARRAKECH:
Michelle Obama sin velo en su visita a Arabia Saudita para presentar sus respetos a raíz de la muerte del rey Abdalá y conocer al nuevo rey, Salman.
obama
¿es correcto no usar velo en una visita a países con obligación de cumplir la norma islámica que obliga a las mujeres a llevar velo en público, a pesar de que no se exige a las extranjeras? o por el contrario, ¿el vestuario de Obama puede ser una declaración a favor de la igualdad mucho más clara que si hubiera tenido un micrófono delante?.
¿Que pensáis?

Fitur: feria internacional del turismo de Madrid

El jueves tuve la genial oportunidad de ir a FITUR y me fui contentísima con todo. Sin duda, todo el que sea un poco aventurero tiene que ir porque esta feria le abre el apetito viajero a cualquiera. Entrar en Fitur es como salir de España sin moverte de Madrid. Me gustaría compartir con vosotros las fotos y todo lo que vi. Espero que os guste y ojalá tengáis la posibilidad de ir. ¡Mañana es el último día de feria!

El stand de la República Islámica de Irán era muy bonito, lo que más me gustó fue el samovar, que es la tetera típica iraní.
Samovar iraní




En el stand de Marruecos había un vendedor que me recordó a Marrakech.



En el stand de Túnez tambien ofrecian bisuteria tunecina.

El stand de Kuwait SUPER elegante, los hombres kuwaities estaban dentro pero me dio vergüenza fotografiarlos, lo siento...

En Jordania nos quieren atraer a golpe de paladar. ¡A mí así me ganan muy rápido!

En Egipto, un faraón nos vende bisutería.

Palestina, la verdadera tierra santa, en contraposición a Israel. La gente muy interesada en este stand.

Líbano, elegancia pura.

Argelia, 100% magrebí y 100% andalusí.





Mi puesto favorito fue el de Mauritania. Me sentí totalmente como entre las dunas del desierto. Las personas que trabajaban en él fueron muy amables, me hablaron de Mauritania, del desierto, del árabe mauritano... Un destino de aventuras perfecto para seguir la ruta desde Marruecos.

Y para acabar me encantó el stand de Uzbekistan promocionando la ruta de la seda. Una preciosidad.


En resumen, llegué a mi casa con mapas de muchísimos paises y mil ganas de viajar y conocer culturas. ¡OJALÁ VIAJAR FUERA GRATIS!

jueves, 29 de enero de 2015

Un futuro para los egipcios

Aquí os dejo mi crónica de la conferencia sobre el #25J de Egipto de Casa Árabe Madrid. Enlace a la revista ATALAYAR aquí.


Ya han pasado cuatro años desde el famoso 25 de enero egipcio, la revolución en la plaza Tahrir. Las imágenes de la ya famosa Plaza de la Liberación se quedaron grabadas en nuestras cabezas, los gritos de libertad y de dignidad del pueblo egipcio. Sin embargo, ¿qué nos queda después de cuatro años? El pasado domingo pudimos ver los rescoldos de la revolución traducidos en una jornada con varios muertos y un Gobierno lavándose las manos por todo lo ocurrido.  El lunes 26 en Casa Árabe pudimos asistir a una conferencia en la cual dos expertos, Nadine Abdalla y Ricard González, nos explicaron cómo llegó Egipto a aquella situación y cómo podría salir de ella.
 
El auge de los Hermanos Musulmanes
Nadine Abdalla, investigadora en el Arab Fórum for Alternatives de El Cairo, tiene claros los motivos para explicar la situación actual de la ilegalizada hermandad. Las elecciones de 2011 y 2012 se convocaron sin que se negociaran las reglas entre los actores políticos para garantizar la imparcialidad. El fallo de los Hermanos Musulmanes residió en su método de toma de decisiones. Decidieron controlar las instituciones en lugar de reformarlas, no formaron coaliciones políticas, fueron incapaces de llegar a consensos debido a las constantes luchas de poder. Subestimaron su capacidad y su peso político y, sobre todo, no calcularon bien los intereses militares, ya que el ejército intervino al ver la violencia civil y la incapacidad para el gobierno por parte de la hermandad. Tras la caída de Muhammad Morsi, el régimen actual es autoritario, elige la promulgación de leyes para cerrar el espacio político y despolitizar la sociedad egipcia, aplica un gran control de las calles y muestra un gran rechazo por las manifestaciones, incluso las manifestaciones pacíficas. Esto genera repercusiones a nivel social, los egipcios sienten un fuerte rechazo hacia la clase política, los ciudadanos solo quieren la estabilidad del país y evitar que Egipto caiga de nuevo en el caos. Pero no todo son sentimientos negativos, ya que entre la población existen dinámicas positivas como son el auge y el buen uso de las redes sociales como vía revolucionaria, de aquí surgen, poco a poco, alternativas políticas. Sin embargo, existe una clara despolitización de la sociedad egipcia que no se sabe bien hasta cuándo va a aguantar y que tipo de oposición va a surgir. 
 
¿Se ha acabado ya la revolución?
“El mundo árabe tiende a dejar en ridículo a quien quiera hacer predicciones”. Con esta frase nos intentaba explicar Ricard González la situación actual del país y las posibilidades de futuro. En un intento de explicación de la sociedad, Ricard la divide en tres grandes grupos. Por un lado, los Hermanos Musulmanes, representantes del islamismo político. Por otro lado, los jóvenes revolucionarios laicos, el “Egipto cívico”, constituidos por los movimientos opositores al régimen en época de Mubarak. Un tercer grupo lo forma el llamado “Estado profundo”, formado por los pilares del régimen de Mubarak liderados por el ejército. Este último grupo es quien realmente ha manejado la crisis. Es difícil vaticinar el futuro de Egipto, como lo es con cualquier otro país árabe, pero los expertos nos decían que lo más probable es que el régimen actual mantenga la situación social intentando realizar mejoras tangibles a nivel social para la vida de los egipcios. El Gobierno apuesta por un futuro positivo mediante determinados proyectos y mejoras para las vidas de los ciudadanos, teniendo en cuenta la alta tasa de natalidad. Sin embargo, sin un pacto con la oposición islamista no va a haber una situación de estabilidad real. 

martes, 27 de enero de 2015

El sur y el sueño de Matug Aborawi

En Casa Árabe Madrid hay continuas exposiciones y conferencias muy interesantes.
Ahora podemos disfrutar de una exposición única, la del pintor libio Matug Aborawi.


Una foto publicada por @andreadenoir el
Aquí os dejo mi crónica de la inauguración de la exposición y la entrevista con el artista, publicado en la revista ATALAYAR (enlace aquí).



No existe mejor forma de comunicación entre humanos que el arte, a pesar de todo. Esta lección la conoce bien el pintor libio Matug Aborawi. Con su pintura podemos ver la desgarradora realidad tanto de Libia como del mundo árabe a sus ojos. Es la primera vez que Casa Árabe acoge en Madrid una exposición individual de un artista libio, y permanecerá abierta hasta el 25 de enero de 2015.

La realidad a ojos del pintor
El drama de la sangre derramada impulsó al pintor a querer abrir los ojos de la gente al ver sus cuadros. La obra, desarrollada hace 10 años, forma parte de la colección “Mis sueños de Granada”, pintada entre 2005 y 2010. Granada, ciudad inspiradora para Matug Aborawi, fue la residencia escogida por el artista, además de otras como Málaga y Motril, para plasmar el drama de las pateras y la inmigración en España. En sus cuadros se ven personas desfiguradas, barcos, aves y el mar. Pero, sin duda, el acontecimiento que marcó la obra de este pintor libio fue la “Primavera Árabe”. Según él mismo, le afectó positiva y negativamente: “fue positivo porque pude pintar pero negativo porque lo pasé mal”. Para él fue muy duro y así lo plasma: gente muerta, mártires, personas que no mueren, pues para él son eternas. En resumen, nos dice, “personas engañadas por gobiernos corruptos”. La revolución, según Aborawi, dejó de serlo para convertirse en una guerra por el poder.

Un pintor de mundo
Muy viajero, Matug Aborawi ha recorrido países como Venezuela, Argentina y Holanda, aunque dice querer mucho a España y al público español, del que espera una buena acogida y describe como “muy sociable”. Estudió Bellas Artes en Libia y se incorporó al departamento de Pintura. Ha organizado exposiciones en varios países del mundo. En 1996 expuso en el Instituto Francés de Trípoli una colección, conjunta con otros pintores, titulada “Entre la realidad y la imaginación”. Más tarde, en 1998, expone una colección individual bajo el título “Zero”. En el año 1999 expone en Venezuela invitado por el embajador de Venezuela en Libia. Ya en el año 2000 llega a España, instalándose en Granada, dónde sigue estudiando pintura y perfecciona su arte y comienza en el mundo del arte plástico, técnica utilizada en la exposición de Casa Árabe. 

sábado, 17 de enero de 2015

Círculo Cultural Hispano Árabe

Esta semana tuve el honor de asistir a la presentación de un proyecto que confío tendrá muchos éxitos en el futuro.
Mi colega Abdo Tounsi me invitó a la presentación en Casa Árabe Madrid del Círculo Cultural Hispano Árabe. Una idea ya necesaria de por sí para dar a conocer el mundo árabe tendiendo lazos y creando puentes entre nuestra cultura hispana y su cultura árabe, ambas teniendo tantas cosas en común y tantas otras que no se conocen y ojalá se puedan ir conociendo. Pero más necesaria ahora, si cabe, debido a los duros acontecimientos que estamos presenciando en estos días, más que nunca se necesita de estos lazos, es necesaria la apertura y es necesario el conocimiento, romper muros entre nosotros.
Este Círculo Cultural no tiene planteamientos políticos y es ajeno a cualquier diferencia de opiniones políticas, vengan de donde vengan.
Los fines de esta asociación son la fraternidad entre comunidades, promover el conocimiento de la lengua árabe y desarrollar actividades socioculturales, todo ello en un espacio para el intercambio sociocultural entre la comunidad árabe y la española.
El Círculo ha propuesto muchas actividades como festivales de cine árabe, talleres de poesía, cuentos, semanas culinarias, conferencias o foros.
Desde aquí expreso mis mejores deseos para este proyecto y reconozco que estoy ansiosa por empezar a ver cosas nuevas. Y por supuesto os animo a todos/as a participar en estas actividades!!
Nota: Casi se me olvida agradecer la rica merienda que nos ofrecieron. Un té buenísimo y pastas árabes. Rico, rico... ¡Así da gusto! :-)

domingo, 11 de enero de 2015

sábado, 10 de enero de 2015

No habrá paz sin las mujeres

Me enorgullece presentaros un proyecto que descubrí durante estas vacaciones de Navidad.

Me enorgullece por lo bueno y necesario que es y, sobre todo, porque tiene sello asturiano, y como asturiana no puedo estar más feliz por mi patria querida :-)

Para quien no las conozca, las "Mujeres de negro" iniciaron un movimiento feminista y pacifista en el cual las mujeres israelíes y palestinas quisieron tirar las barreras que había entre ellas e intentar dialogar. Desde que supe de ellas, veo la vida diferente. Realmente somos las mujeres las que tenemos en nuestras manos la clave para el fin de muchos conflictos, estoy totalmente convencida de ello. En nosotras está el dialogo para conseguir grandes cosas.

Sin más os presento el proyecto "No habrá paz sin las mujeres". (www.nohabrapazsinlasmujeres.com) (Twitter: @Nopazsinmujeres)














viernes, 9 de enero de 2015

Diferencia entre árabe, musulmán, islámico e islamista.

REBLOGGEADO DE http://traducinando.com/diferencia-entre-arabe-musulman-islamico-e-islamista/, BLOG QUE OS RECOMIENDO ENORMEMENTE VISITAR!!

Tengo pendiente una (o varias) entrada(s) sobre cultura árabe, estereotipos y demás… pero la realidad es que me enfado cada vez que veo a un periodista o a una persona de a pie confundir árabe, musulmán, islámico e islamista. Así que antes de hablar de estereotipos, voy a explicar esto, porque no es lo mismo, igual que no es lo mismo decir mujer, femenino, hembra, feminista y feminazi. Igual que no es lo mismo decir Francia, francés, gabacho, franchute y… qué sé yo, baguette. ¡Es que ni siquiera son todas del mismo campo semántico! Empecemos.
Si tuviéramos que separar los errores más usuales podríamos hacerlo en dos tandas, por un lado árabe y musulmán y por el otro islámico e islamista. Vamos de fácil a difícil.

Árabe

Una persona árabe es alguien nacido en un país de habla árabe, independientemente de su religión, de su afiliación política, del color de su piel y de si come o no cerdo. Los países árabes son 22:

Si os sirve de consuelo, yo los estudié en la uni y a veces me cuesta recordar donde están algunos.
Árabe, entonces, hace referencia a los habitantes de los países que hablan este idioma, del mismo modo que lo puede hacer para un español la palabra «hispanohablante» (aunque de hecho existe la palabra «arabófono» por jardines por los que pasaré después). Irán, Pakistán, Turquía, Azerbaiyán, Turkmenistán y otros países, no son países árabes y por tanto sus habitantes tampoco lo son, allí no se habla árabe, se hablan otros idiomas, varios idiomas. A pesar de todo, debo avisaros de que esta es una explicación bastante simplista dado que en esos llamados «países árabes» existen también otras lenguas y otras culturas:bereberes y kurdos, por ejemplo, son residentes en países árabes pero no hablan árabe (de ahí el jardín de los «arabófonos»). Otro día me meto en por qué esto es así y cómo se trazaron las fronteras en los países árabes (y en parte del resto del mundo). Si queréis exprimir aun más el significado de árabe, aquí lo desglosan en gentilicio, idioma y genérico.

Musulmán

Aquí es donde empieza el lío para los hispanohablantes. Musulmán es una persona que cree en «la religión de Mahoma» como dice la RAE, del mismo modo que un budista cree en el budismo y que un cristiano cree en el cristianismo. Y digo cristianismo y no catolicismo, porque al igual que el mismo, el islam tiene ramas, unas más conocidas que otras y cada una tiene sus diferentes creencias y sus opiniones sobre el resto. Esto quiere decir, que los musulmanes pueden ser suníes o chiíes (que no «sunitas» o «chiítas», y ya os digo que esta última está aceptada por la RAE pero es un calco del francés), dos de las ramas principales de la religión musulmana, o de otras. Si tenéis curiosidad sobre las ramas (que no son pocas) podéis ir a la Wikipedia y consultar. Siguiendo con la comparación de cosas que un español de a pie pueda entender, dentro del islam están los suníes, los chiíes y otros, y dentro del cristianismo están los católicos, los protestantes y otros. Aquí tenéis un mapa con los países musulmanes:
(Aviso: esta imagen no es mía, está sacada de aquí)

¿Se puede ser árabe sin ser musulmán?

Sí. De hecho no es tan poco común como pensamos. Si habéis seguido algo la información sobre la Primavera árabe, posiblemente hayáis oído que Egipto tiene una minoría copta (que es una rama del cristianismo) y que hayáis visto esta imagen de la derecha, de cristianos haciendo una cadena humana para proteger a los musulmanes mientras rezaban que se ha hecho bastante famosa porque Egipto es uno de esos países famosos por sus
pirámides problemas religiosos. Si queréis saber más sobre la situación actual en Egipto, os dejo un magnífico video de 7 minutos que os lo explica, de la Primavera árabe hasta hoy. Pero Egipto no es el único país con árabes de otras religiones.
En el caso del Líbano (el 4 del mapa de arriba del todo, chiquitito, al lado de Siria), no sé de qué fuentes fiarme así que me tendréis que perdonar la inexactitud, hay aproximadamente un 50% de musulmanes y un 50% de cristianos. Si queréis ver por qué no me fío de las cifras podéis volver a la Wikipedia y ver qué fuentes tienen y cómo los datos varían. Además de estos dos países, necesito nombrar Palestina, que fue uno de los países que a mí más me chocó cuando lo visité (no solo) en término religiosos. Palestina es un país que si estáis un poco enterados, tiene una situación muy particular en la que no me voy a meter ahora porque eso da para otra(s 200) entrada(s). Muchos son musulmanes, hay una minoría cristiana, pero lo que más me sorprendió allí es que encontré bastantes ateos marxistas y comunistas, algunos de ellos con colgantes y camisetas del Che Guevara. Puede que esto fuera solo la gente con la que yo me encontré, pero me sorprendería.

Resumen 1: árabes y musulmanes

Se puede ser árabe y musulmán.
Se puede ser árabe y no musulmán (como el copto egipcio de la foto de arriba o mis palestinos comunistas).
Se puede ser musulmán sin ser árabe (como muchos de los habitantes de países como Irán o Pakistán).
Y se puede vivir en un país árabe o musulmán sin ser ni árabe, ni musulmán.

Islámico e islamista

Aquí es cuando yo empiezo a enfadarme con los medios de comunicación y donde, por ser palabras con la misma raíz se crea el mayor follón. No os voy a buscar artículos en que esté mal utilizado porque no terminaría nunca. Aquí se mezclan por un lado la religión y por el otro la política, una mezcla a veces explosiva.

Perdón, era demasiado fácil…
Por suerte la Fundeu en este sentido ha sido magnífica (lingüísticamente hablando) y por tanto os resumo lo que dice en este artículo y luego ya hago una apreciación: básicamente islámico es algo relacionado con la religión islámica, como la arquitectura islámica de la Alhambra y la mezquita de Córdoba, por ejemplo. Islamista se refiere a los movimientos islámicos radicales.
Ahora añado: en realidad el problema aquí es que en el mundo occidental no existe nada parecido al islam político, y no porque no tengamos partidos políticos cristianos radicales, que los tenemos… precisamente el problema es ese, que se utilizó el término «fundamentalismo islámico» equiparándolo al «fundamentalismo cristiano» y no son exactamente lo mismo. Podéis ver más información aquí aquí. Dicho esto, aclaro que en el islam político hay ramas más moderadas y democráticas y otras que lo son menos, y ya he dicho al menos dos veces este mes que al final al que más se oye es al trol, al que más ruido hace, y está claro que los partidos políticos islámicos a los que más se oye desde fuera es a los violentos, ¿no? Es lo que tienen las explosiones, que hacen mucho ruido.

¡Vale! ¡Ya dejo las bromas estúpidas!

Resumen 2: islámico e islamista

Islámico: religión
Islamista: político radical. El movimiento islamista (político radical) es un movimiento islámico (religioso también).
Rizando el rizo, resumen 3:
Se puede ser árabe, musulmán, formar parte de un partido político islámico y ser un islamista (y aun así no ser un terrorista).
Se puede ser musulmán, formar parte de un partido político islámico y ser un islamista (y aun así no ser un terrorista).
Se puede ser integrista sin ser islámico (el integrismo) ni musulmán (el integrista).
Se puede ser árabe, musulmán, formar parte de un partido político islámico y no ser islamista.
Se puede ser árabe e integrista sin ser musulmán.
Se puede ser integrista sin ser musulmán ni árabe.
¿Veis por dónde voy? El problema es que al usarlo mal, y tratar todos los términos como si fueran equivalentes, al final lo que conseguimos es confundir aun más las cosas, por si los ánimos con los temas de racismo y terrorismo no estuvieran ya a flor de piel. Planteaos que no es lo mismo decir que eres masculino, que decir que eres un macho o que eres machista, o que yo fuera a presentarme y dijera que soy una hembra, una mujer o feminista, son cosas muy diferentes. Confundir y utilizar estos términos de manera errónea facilita que en el imaginario colectivo la bola ruede, y que, si yo no diferencio al redactar, al final todo musulmán sea islamista. Y quien dice islamista, dice terrorista internacional, que tampoco es lo mismo (a pesar de mis chistes sin gracia y de mal gusto).
Me voy a embarrar aun más: Recuerdo un tiempo (momento abuela cebolleta) en que los vascos se quejaban (con razón) de que la manera en que se hablaba del terrorismo en la prensa hacía que todo vasco pareciera un terrorista. No sé si sigue siendo el sentir colectivo porque hace tiempo que no oigo la queja, pero pensad que equiparando aquí no estamos hablando de llamar a todos los vascos terroristas (que es erróneo como concepto y está mal) sino a toda Europa y parte de América (como continente, no como país mal traducido). Por eso es importante saber la diferencia.
Y ya está, me callo. Y sin explotar más el tema de los chistes malos de bom… oh, wait.

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El jardín del profeta

Os recomiendo este libro, espero que os guste.


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(No tengo muy clara la ley de prohibición para compartir archivos por internet así que no sé muy bien si hago bien o hago mal. Si alguien me puede aclarar un poco, lo agradeceré eternamente).

miércoles, 7 de enero de 2015

Sobre lo acontecido en Francia

Hoy hemos visto lo que el terrorismo llega a hacer. Y digo terrorismo, que no islam.

Doce muertos en París tras un ataque hombres encapuchados a la revista Charlie Hebdo. 



Ante todo, el pésame a las familias de los fallecidos y la más dura crítica a los asesinos. Pero, ¿qué ha ocurrido y por qué?
Varias ideas:

- El islam condena el asesinato. Esto es algo tajante dentro de las corrientes del islam moderado. Más allá del islam moderado, existen ramas del islam más radicales, las llamadas corrientes wahhabistas y salafistas. En estas corrientes se practica un islam muy estricto y poco permisivo, como es el caso de la prohibición de las mujeres de conducir en Arabia Saudí o la condena a muerte por apostasia en Sudán. Sin embargo, no todos los paises islámicos (que no árabes) profesan este islam extremo, si se permite la expresión. En los paises occidentales tendemos a pensar que todo lo que se hace en los paises árabes (que no islámicos) se hace por el islam y no es cierto. La ablación, por ejemplo, no es algo islámico y se lleva a cabo en algunos paises aun, y no solo en paises islámicos (¹). De hecho, si nos vamos a fuentes europeas, en el siglo pasado en Alemania se practicaban ablaciones a mujeres no cristianas para "dominarlas por ser rebeldes a Dios". Con todo esto vamos a que el auge del islam más radical es un hecho, no solo con Daesh ("Estado" "Islámico") sino con los Hermanos Musulmanes en Egipto, por ejemplo. En resumen, esto ha sido obra del radicalismo - extremismo, pero no es el islam que representa a la mayoría de la comunidad musulmana, que recordemos, son más del 20% de la población mundial siendo la religión más seguida. Muchos musulmanes de todo el mundo se unen para criticar atentados como el ocurrido hoy pero en Occidente se hace oídos sordos porque es más útil seguir fomentando el odio a tender lazos de unión entre culturas. Y es triste ver cómo Francia (Liberté, égalité, fraternité) siempre se ha valido de Argelia desde que la colonizó y la forma en que ahora patean, no solo a Argelia, sino a los países árabes, es lamentable y demuestra el egoismo de los jefes de Estado que, a través de sus políticas, inculcan cada vez más en los ciudadanos.

- La libertad de expresión. Si no existiera libertad de expresión, no estaríamos leyendo esto. Es vital para el desarrollo de las sociedades y coartarla es un error gigante. Pero hay que ser consciente y consecuente. En el caso de la revista francesa que tratamos, la libertad de expresión tiene un límite, y no hablo de límites legales sino morales. Hay humor sano del que todos nos reímos, pero también hay humor negro sobre muertes, cánceres, machismo, racismo... ¿De verdad es gracioso reírse de un niño muerto o de una violación? Yo no lo creo. Y tampoco es gracioso reírse de las creencias de otras personas, más que nada porque la libertad religiosa es un derecho humano igual que la libertad de expresión. El humor debería ser sano para que todos podamos reírnos, cuando el humor ataca a alguien ya no es humor, es acoso y esto no nos hace gracia a nadie. Los musulmanes, que ya hemos visto que son muchos en el mundo, se sienten atacados cuando las demás personas nos reímos de sus creencias, lo cual es lógico, porque su religión es una parte de ellos mismos y muy importante. Y esta revista ha querido hacer humor de algo que no lo tiene. Que un musulmán critique los dibujos que atacan al profeta del islam no significa que apoye lo ocurrido hoy.



- Los musulmanes tienen derechos. Al igual que los cristianos, los ateos, los judíos y todas las demás personas del mundo tenemos. Y esto es algo que nadie nos puede quitar porque todos somos seres humanos. Desde Occidente, con toda la propaganda grabada en nuestras cabezas, es muy fácil criticar una matanza llevada a cabo por colectivos musulmanes porque son "los extranjeros", "los moros", "los pies negros". No podemos pretender ser liberales y querer el respeto de derechos humanos si nosotros mismos somos muchas veces irrespetuosos y racistas. No siempre de manera consciente, pero lo somos y es triste. En Madrid vamos a comprar "a los chinos" sin pensar que también son personas que se intentan ganar la vida de la manera que pueden, al igual que "los sudacas", al igual que los "manteros" y muchos otros colectivos. Citando a una compañera: "Cuando los que mueren no son blancos ya no duele tanto. Tres mezquitas quemadas en una semana en Suecia, no he visto ni la cuarta parte del revuelo". Es posible ponerse en la piel del otro, aunque sea dificil porque, al parecer, a los Gobiernos les interesa la división de las personas, ya que cuando todos nos unimos tiembla el poder. Así está establecido y es lo que ojala-inshallah rompamos muy pronto. Mi utopía. 



) Países islámicos son los países de mayoría musulmana. No confundir con paises árabes. Y que un país sea "islámico" no significa que se base en la sharia, de hecho solo cuatro paises lo hacen.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Encarceladas por conducir


Sí, en Arabia Saudí, ¿dónde si no? No hay otro país en el mundo que prohíba conducir a las mujeres. O mejor dicho, ninguna ley del Reino del Desierto lo prohíbe de forma expresa, pero las autoridades sólo conceden el carné a los hombres. Así que como también son válidos los permisos de conducir del resto de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (que además de Arabia, incluye Emiratos, Kuwait, Bahréin, Qatar y Omán), la joven saudí Loujain Hathloul decidió el pasado día 1 conducir desde Dubái hasta su país con su licencia emiratí. Apenas había pisado territorio saudí, cuando los policías le confiscaron el pasaporte y el coche, mientras la retenían en el puesto fronterizo.
“Es un intento de apoyar la campaña por el derecho de las mujeres a conducir”, había explicado sobre su acción en un vídeo colgado en YouTube en el que se la ve dirigiéndose a la frontera con Arabia Saudí. Al día siguiente, también detuvieron a Maysaa Alamoudi, una amiga que acudió en su coche a llevarle agua, comida y una manta, desde Dubái donde reside. Hathloul, de 25 años, fue enviada a un correccional de menores de Al Ahsa y Alamoudi, de 33, a la prisión central de la misma localidad, en la Provincia Oriental.
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Las activistas Loujain Hathloul y Maysaa Alamoudi, en sendas imágenes difundidas por la campaña saudí por el derecho a conducir.
 Aunque no han hecho públicas las razones de esa medida, los responsables saudíes han informado a las familias de que la detención va a extenderse 25 días más. Ambas han sido interrogadas sin contar con la presencia de un abogado, aunque se les ha permitido recibir visitas de familiares y hablar por teléfono con ellos.

“Su detención forma parte de una política continuada y sistemática de hostigamiento a los activistas que defienden el derecho de las mujeres a conducir por parte de las autoridades saudíes”, denunció el Centro del Golfo para los Derechos Humanos. La web de esta ONG, que fue la primera en dar la alarma sobre la detención, fue inmediatamente censurada en Arabia Saudí.
Las dos mujeres apoyan la campaña popular contra la prohibición de conduciriniciada hace tres años al hilo de la primavera árabe, aunque el movimiento tiene sus raíces en la década de los noventa del siglo pasado. Sus organizadoras explican que la medida pone de relieve el problema más amplio de las leyes de custodia que convierten a las saudíes en eternas menores, sometidas para siempre a la supervisión de un varón, sea el padre, el hermano o el marido.
“Las degradantes restricciones a las mujeres del Gobierno saudí son una vergüenza para el país, y no para las valientes activistas que se levantan en defensa de sus derechos”, ha declarado Sarah Leah Whitson, la directora para Oriente Próximo de Human Rights Watch (HRW). Esta organización de defensa de los derechos humanos exige la inmediata liberación de ambas activistas y que se levante el anacronismo que impide conducir a las mujeres.
Según la interpretación del islam de los ulemas saudíes, permitir que las mujeres conduzcan incitaría al libertinaje. No obstante, en ningún otro país del mundo islámico existe tal prohibición, ni siquiera en los conservadores vecinos del Golfo.
Por Ángeles Espinosa.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Ya Lala

Hamza Namira - حمزة نمرة

 

"Ya Lala" - "يا لالا"

Dedicada a Yasmin por compartirla :-)

martes, 23 de diciembre de 2014

Primavera árabe: esperanzas frustradas

Hace cuatro años la población tunecina protagonizó una revolución popular en el curso de la cual el presidente Ben Ali fue derrocado. Este acontecimiento inesperado tuvo efectos inmediatos en una parte significativa del mundo árabe, donde se registraron diversas réplicas en forma de movilizaciones antiautoritarias. En algunos casos se registraron tímidos procesos de apertura democrática, pero en otros se asistió a una peligrosa espiral de violencia que todavía no ha tocado fondo.
Transcurrido un tiempo razonable disponemos de la suficiente perspectiva para concluir que las expectativas que generó la primavera árabe se han visto defraudadas. Si bien es cierto que algunos países han emprendido una relativamente exitosa transición del autoritarismo hacia la democracia, como es el caso de Túnez (donde se ha registrado una transferencia pacífica de poder), lo cierto es que la trayectoria del resto es cuanto menos preocupante.
Algunos han optado por una vuelta de tuerca autoritaria (como en Egipto, donde un golpe militar desalojó a los Hermanos Musulmanes del poder) y otros están inmersos en conflictos por la repartición del poder ante la descomposición estatal (como Libia o Yemen) o, peor aún, se han enzarzado en guerras civiles con tintes sectarios (casos de Irak en el pasado y de Siria en la actualidad).


En estos últimos casos, ya no se cumple la máxima weberiana de que el Estado tiene el monopolio del uso legítimo de la violencia, puesto que un amplio abanico de actores no estatales se lo disputan (milicias armadas y grupos yihadistas como el Estado Islámico, el Frente Al Nusra, Ansar Al Sharía, Ansar Bait Al Maqdis, todos ellos en la órbita de Al Qaeda). Por tanto, hemos pasado de lo malo conocido (los regímenes autoritarios) a lo peor por conocer (grupúsculos yihadistas que pretenden redibujar las fronteras regionales y reinstaurar un califato islámico por la fuerza de las armas).
Una de las claves para entender el meteórico ascenso de dichos grupos es la exacerbación de las tensiones sectarias en Oriente Medio, resultado directo de la lucha por la supremacía regional que libran entre bastidores Arabia Saudí e Irán, una guerra fría que ha contaminado a Siria, Irak, Baréin y Yemen (todos ellos con importantes concentraciones de población chií). El hecho de que sean precisamente Arabia Saudí e Irán quienes pretendan convertirse en referentes para los países de la región debería encender todas las alarmas, ya que son dos teocracias que violan sistemáticamente los derechos humanos más elementales y persiguen las libertades públicas, donde la igualdad de género es una quimera y donde todo aquel que eleva la voz o disiente es perseguido de manera brutal.
La primavera árabe fue una reacción popular ante los reiterados abusos de los regímenes autoritarios. A pesar de las diferencias existentes entre los países árabes, la mayoría de ellos se caracterizan por un déficit de libertades (expresión, reunión o asociación), una sistemática violación de los derechos humanos (falta de rendición de cuentas e impunidad), una legislación restrictiva (que impide o dificulta la formación de asociaciones y partidos políticos), una patente desigualdad de género (fruto del contexto religioso, pero también de los valores patriarcales imperantes) y leyes de emergencia o antiterroristas establecidas con el pretexto de combatir las amenazas externas (casos de Egipto, Argelia, Siria y Arabia Saudí).

Cuatro años después de la primavera árabe no existen demasiadas razones para el optimismo. En Egipto se ha experimentado un retroceso generalizado de las libertades desde la llegada a la presidencia de Al Sisi. En primer lugar, los Hermanos Musulmanes, la formación que se impuso en las elecciones legislativas de 2011 y presidenciales de 2012, han sido desalojados del poder e ilegalizados bajo la acusación de haberse convertido en un grupo terrorista, equiparándole, nada más y nada menos, con Al Qaeda. Veinte mil de sus simpatizantes y dirigentes han sido encarcelados y varios cientos de ellos ya han sido condenados a muerte, entre ellos sus máximos responsables. En segundo lugar, se ha aprobado una Ley Antiprotestas para impedir que vuelvan a repetirse las multitudinarias manifestaciones de la plaza de Tahrir y 23 activistas, entre ellos conocidos blogueros y activistas del Movimiento de Jóvenes 6 de Abril, han sido condenados a elevadas penas de
prisión por cuestionarla. Por último, el Ministerio de Asuntos Sociales y Justicia ha dado un ultimátum a todas las asociaciones a que se registren conforme a la muy restrictiva Ley de 84/2002, que permite a las autoridades disolver las asociaciones, bloquear sus fondos e, incluso, encarcelar a sus responsables si representan una amenaza para la seguridad nacional.



En el caso de Siria e Irak nos encontramos con dos regímenes sectarios que tratan de instrumentalizar la heterogeneidad religiosa en su propio beneficio. El conflicto civil que sufren ambos países ha provocado que diferentes grupos no estatales disputen al poder central el monopolio del uso legítimo de la violencia. Milicias armadas y grupos yihadistas se han apoderado de partes significativas del territorio, lo que en algunas zonas implica la imposición de una retrógrada interpretación de la ley islámica o sharía y, en ocasiones, la persecución de las minorías religiosas. Cinco millones de iraquíes se vieron obligados a abandonar sus hogares en la pasada década como consecuencia de la guerra sectaria librada entre diferentes milicias armadas sunníes y chiíes. Esta cifra se ha superado ampliamente en Siria, donde nueve millones de personas, casi la mitad de la población, se han convertido en refugiados o desplazados internos. 
En Irak, los secuestros, extorsiones y ejecuciones por parte de las milicias armadas, que muchas veces actúan en convivencia con el poder central, son el pan de cada día. 
En Siria, el régimen y algunas milicias armadas practican a diario crímenes de guerra y de lesa humanidad y la guerra ya ha costado la vida a 225.000 personas.
La irrupción del Estado Islámico (Daesh) supone un nuevo factor desestabilizador. Dicho grupo, que controla ocho provincias sirias e iraquíes y que gobierna a cinco millones de personas, pretende restaurar un califato islámico. Sus prácticas comprenden flagelaciones, amputaciones, crucifixiones, torturas y ejecuciones sumarias. No sólo se aplican a sus enemigos, sino también a quienes beben alcohol, cometen adulterio o roban. El Estado Islámico ha situado en el punto de mira a las minorías confesionales con la deportación de cristianos y la eliminación de los yazidíes, pero también a los propios musulmanes, puesto que tachan de apóstatas a los chiíes y a todos aquellos que se atreven a cuestionar su delirante interpretación del islam. En este sentido merece recordarse que en los últimos meses se han perpetrado masacres entre varias tribus sunníes que se alzaron contra ellos y ejecutado a diversos ulemas que se resistieron a jurarles obediencia.


Yemen y Libia, otros dos países donde la primavera árabe prendió y sus dirigentes fueron desalojados del poder, se han adentrado en una peligrosa huida hacia ninguna parte como resultado de la descomposición del poder central.
Yemen se enfrenta a una revuelta protagonizada por los huzíes del norte que se han apoderado de la capital Saná, mientras que Libia dispone de dos Gobiernos —uno en Trípoli y otro en Tobruz— que se disputan el poder. En ambos países, las milicias armadas imponen su ley y Al Qaeda goza de significativas bolsas de apoyo. Las organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado masacres de civiles, así como secuestros, torturas y ejecuciones de rivales políticos, muchas veces basados en criterios tribales o sectarios, crímenes que quedan impunes ante la creciente anarquía.












Si bien es cierto que este diagnóstico puede parecer excesivamente sombrío, también lo es que existe una profunda desafección hacia las élites dirigentes en el conjunto del mundo árabe que podría servir de detonante para nuevasmovilizaciones populares. No debe olvidarse que el pan, la libertad y la justicia social que demandaban los manifestantes hace cuatro años siguen siendo asignaturas pendientes que podrían traducirse en una segunda ola revolucionaria.

Ignacio Álvarez-Ossorio es profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Alicante.