domingo, 21 de abril de 2013

La importancia del agua

Para el mundo islámico, el agua es origen de la vida.

¿Es que no han visto los infieles que los cielos y la tierra estaban unidos y los separamos? ¿Y que hicimos provenir del agua a todo ser viviente? ¿No creerán aún?
Corán: azora 21, aleya 30.

El agua tiene muchos significados dentro del Islam. Además de ser el origen de la vida, tiene un sentido purificador para el hombre, ya que purifica y limpia cuerpo y alma.
Proporcionar agua a otros hombres, e incluso a otros seres, como animales y plantas, se considera limosna o zakat (زكاة), en español, azaque.
Los musulmanes se lavan o purifican antes de sus plegarias y después del acto sexual.
Los lavados anteriores al rezo se llaman abluciones ( طهارة).  En el islam hay dos tipos de abluciones: las grandes abluciones  (غسل) y las pequeñas abluciones (وضوء). Sirven para purificar el cuerpo y el alma. El rito religioso puede ser realizado con arena (abluciones secas), o a través de la ropa (por ejemplo, el lavado de los pies se puede hacer a través de los calcetines, o incluso de los zapatos).

Los múltiples usos del agua generan una necesidad de mejorar las canalizaciones además de que su uso fuera totalmente gratuito.
En Al-Andalus, los médicos realizaban la medicina preventiva. El tratado de Ibn al-Jatib (بن الخطيب: médico, poeta, historiador y visir en la Granada nazarí del siglo XIV) llamado “Libro de la Higiene” pero cuyo título exacto es “Libro del cuidado de la salud durante las estaciones del año”, comprende todas las bases de la medicina preventiva y dietética.
Por esto, en Al-Andalus las ciudades y las casas debían contar con suficiente provisión de agua para cumplir esas normas. Por ellos, los reyes andalusíes tenían que poder dotar de agua a las ciudades, llevándola a través de canalizaciones a las casas y las fuentes públicas.
Algunos musulmanes contaban con sus propios aljibes (الجب ) o pozos en sus casas Si era necesaria el agua en las calles y casas andalusíes, era completamente imprescindible un servicio de agua en las mezquitas.

En las mezquitas grandes era vital instalar una gran fuente con caños, donde los devotos hicieran sus abluciones para la plegaria que correspondiera, así como instalar letrinas abastecidas de agua. Al ser cinco las plegarias al día, a distintas horas, durante toda la jornada se utilizaban con frecuencia estas fuentes. 

Los árabes tuvieron una gran experiencia en la técnica de los qanats (قنات) o conducciones subterráneas, que aprendieron en Persia, Mesopotamia y Siria, llegando extenderlas por todo el norte de África y al-Andalus.
El qanat subterráneo conducía el agua desde el depósito en el subsuelo hasta el lugar donde se necesitara. Eran acueductos subterráneos, revestidos de ladrillo en su interior, especialmente en las zonas donde la roca podía resquebrajarse.
Los sistemas de qanats servían para la agricultura y para llevar agua a las grandes ciudades, como Marrakech. En al-Andalus fue el caso de Guadalajara, Cádiz o Madrid, entre otras ciudades.
La famosa red de qanats de Madrid (ciudad cuyo nombre indica agua: Mayrit,  ميريت , del árabe mayra, canal de agua) fue una importante construcción en la ciudad.
 

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