“¿Es
que no han visto los infieles que los cielos y la tierra estaban unidos y los
separamos? ¿Y que hicimos provenir del agua a todo ser viviente? ¿No creerán
aún?”
Corán: azora
21, aleya 30.
El
agua tiene muchos significados dentro del Islam. Además de ser el origen de
la vida, tiene un sentido purificador para el hombre, ya que purifica y
limpia cuerpo y alma.
Proporcionar
agua a otros hombres, e incluso a otros seres, como animales y plantas, se
considera limosna o zakat ( زكاة), en español, azaque.
Los
musulmanes se lavan o purifican antes de sus plegarias y después del acto
sexual.
Los
lavados anteriores al rezo se llaman abluciones ( طهارة).
En el islam hay dos tipos de
abluciones: las grandes abluciones (غسل) y las pequeñas abluciones
(وضوء). Sirven para purificar el cuerpo y el alma. El rito religioso puede
ser realizado con arena (abluciones secas), o a través de la ropa (por
ejemplo, el lavado de los pies se puede hacer a través de los calcetines, o
incluso de los zapatos).
Los
múltiples usos del agua generan una necesidad de mejorar las canalizaciones
además de que su uso fuera totalmente gratuito.
En
Al-Andalus, los médicos realizaban la medicina preventiva. El tratado de Ibn
al-Jatib (بن الخطيب: médico, poeta, historiador y visir en la Granada nazarí del siglo
XIV) llamado “Libro de la
Higiene” pero cuyo título exacto es “Libro del cuidado de
la salud durante las estaciones del año”, comprende todas las bases de la medicina
preventiva y dietética.
Por esto, en Al-Andalus las ciudades y las casas debían contar con
suficiente provisión de agua para cumplir esas normas. Por ellos, los reyes andalusíes
tenían que poder dotar de agua a las ciudades, llevándola a través de
canalizaciones a las casas y las fuentes públicas.
Algunos
musulmanes contaban con sus propios aljibes (الجب ) o pozos en sus casas Si era
necesaria el agua en las calles y casas andalusíes, era completamente
imprescindible un servicio de agua en las mezquitas.
En
las mezquitas grandes era vital instalar una gran fuente con caños, donde los
devotos hicieran sus abluciones para la plegaria que correspondiera, así como
instalar letrinas abastecidas de agua. Al ser cinco las plegarias al día, a
distintas horas, durante toda la jornada se utilizaban con frecuencia estas
fuentes.
Los
árabes tuvieron una gran experiencia en la técnica de los qanats (قنات) o
conducciones subterráneas, que aprendieron en Persia, Mesopotamia y Siria,
llegando extenderlas por todo el norte de
África y al-Andalus.
El qanat subterráneo conducía el agua
desde el depósito en el subsuelo hasta el lugar donde se
necesitara. Eran acueductos subterráneos, revestidos de ladrillo en su
interior, especialmente en las zonas donde la roca podía resquebrajarse.
Los
sistemas de qanats servían para la agricultura y para llevar agua a las grandes ciudades, como Marrakech. En al-Andalus
fue el caso de Guadalajara, Cádiz o Madrid, entre otras
ciudades.
La
famosa red de qanats de Madrid (ciudad cuyo nombre indica agua: Mayrit, ميريت
, del árabe mayra, canal de agua) fue una importante construcción en la
ciudad.
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario