lunes, 20 de octubre de 2014

Dichos (y típicos) marroquíes

Marrakech arnakech!
Tanger, danger!
Agadir, rien à dire.
Taghazout? Pas de mazout! 
Safi ça suffit.
Essaouira, ça ira.

Esto lo aprendimos los primeros días en Marrakech y vivimos en nuestras carnes muy rápido el dicho de Marrakech (algo así como Marrakech estafador), concretamente el primer día nada más llegar. Nos sentimos estafados el primer día al ir a comer y ver que nos cobraban la friolera de 80 dh por una comida que en España consideraríamos un entrante para antes de comer.


Tajine de "legumbres" para mí y tajine kefta (carne picada) para él
En la imagen quizás parezcan raciones grandes pero no, nuestros estómagos aseguran que eran demasiado pequeños. 
También a los pocos días descubrimos un local cerca de la plaza de la Mezquita que tenía una terraza con vistas bonitas. Pero dejamos de ir porque una tarde fuimos a tomar un té y un zumo de naranja, que en total deberían costar unos 12 dh... cosa así, y el camarero nos cobraba 20 dh y finalmente 22 dh. No volvimos a ir, claramente.

Vistas de día desde el segundo piso
Vistas de noche desde la terraza







En todo país que sea país tiene que haber un McDonalds, sin embargo, a pesar de la tentación que suponen a veces este sitio, o un PizzaHut o un KFC, solo comimos comida local y estamos muy orgullosos. En un pequeño restaurante cerca de Bab Doukkala comimos unos tajines bastante buenos y no demasiado caros. También la ensalada marroquí está muy rica. Aunque el último día nos decepcionó bastante ese mismo local. Fuimos a comer cus cus y tangia, que es un plato típico de Marrakech a base de carne de cordero, y también nos quedamos con hambre. La tangia es un plato que solo preparan los hombres, dice la tradición que para mostrar a las mujeres que pueden cocinar sin ellas. 




Pero si algo nos encantó fueron los "sanwich",  que es como llamaban a los bocatas de toda la vida. Los había de pollo, salchichas o kefta (carne picada), la particularidad es que los rellenaban de TODO: patatas cocidas, arroz, lechuga, tomate, zanahorias, aceitunas, una especie de migas de pavo, ketchup y salsa de yogur. INCREÍBLES. 15 dh cada bocata con su ración de patatas. Estos eran "sanwich bocadios" pero también había la versión "panini", cuya diferencia era que metían el bocata en la plancha para tostar el pan.
La foto no hace justicia. Los echo de menos.
Personalmente, me gustaron los kebab que comimos, que en Marruecos se llaman shawarma, y no se parecen en casi nada a los kebabs de aquí. Allí un kebab es carne en un pincho moruno, no es la carne en pan de pita. Comimos shawarma de carne y de falafel, 20 dh cada uno, en un restaurante al lado de la plaza Jama elfna.


En Essaouira comimos pollo y "fabada" marroquí, que se llama loubia (que te hace pensar en alubia... tiene su lógica) en un local pequeño, 20 dh en total, pero el plato grande fue en otro local de pescado, del mar Atlántico a la brasa, también 20 dh.

El puesto, bastante alejado de la medina de Essaouira, sin turistas, completa tranquilidad.
Sardinas con una salsa de tomate y pimientos, arroz blanco y maíz y unas ensaladas de tomate, pimiento, cebolla y algo más que picaba horriblemente.

También comimos mucho msemen ( مسمن), que no os engañe el nombre, están buenísimos. También se le llama rghaif o crepe marroquí. Y esto es básicamente lo que es: un crepe. Pero en lugar de ser ligero, es como hojaldrado debido a que al cocinarlo se dobla varias veces. La particularidad es su forma cuadrada. Muy típico a la hora de merendar con un té y relleno de miel. También comimos la versión salada, con un relleno de salsa de tomate con cebolla. 


Para culminar el tema de la gastronomía típica de Marrakech (mil disculpas si se me olvida algo) añado esto: ZUMOS DE NARANJA.


Y puestos y puestos de olivas, porque será por olivos...


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