lunes, 30 de septiembre de 2013

Nuestra labor en Errachidia

Antes de hablar de Errachidia y contar cómo es la ciudad, voy a explicar los trabajos que realizamos allí.

La asociación Génération Active es una ONG que se dedica a realizar campos de trabajo voluntarios en beneficio de los niños y la escuela pública de Errachidia. Se realizan dos tipos de actividades, una se dedica a rehabilitar y acondicionar las aulas del colegio para facilitar las clases. La otra actividad consiste en acompañar a los niños, estar con ellos, entretenerles, mantenerlos ocupados para que no estén solos en las calles y que así tengan la posibilidad de tener un contacto cercano con personas de otros países y culturas. El voluntario es el que elige que actividad le interesa realizar. En mi caso, me apunté en la actividad para estar con niños.


El colegio no era demasiado grande, en comparación con los que yo conozco de España era muy pequeño. Si no me equivoco, creo que tenía 9 aulas solamente. Eran de un tamaño algo pequeño. Las mesas eran de madera. Había pupitres de un alumno o con un banco para dos o tres. No se parecía en nada a un colegio español. El patio, sin embargo, me pareció enorme. Tenía una pista para jugar a fútbol, otra para baloncesto y una tercera libre. Había un pequeño caño de agua al lado del edificio grande y un montón de lavabos en la otra punta del patio. Los baños estaban en una pequeña construcción en el patio.


Vista del patio desde el pasillo del primer piso

Un lado del patio, junto a los baños

La fachada del colegio antes de pintarlo



Vista del colegio desde el camino que haciamos para llegar

Vista de todo el patio al atardecer


Una de las aulas

Respecto a lo que hicimos con los pequeños, realmente fue divertido. Los voluntarios teníamos que preparar juegos para los niños para pasar una hora divertida. Fueron unos chicos y chicas
buenísimos, siempre sonriendo, muy agradecidos con todo y super cariñosos. En seguida nos encariñamos con todos, las niñas por ser tan dulces y los niños por sus travesuras.

Los más pequeños pintando

Preparándonos para jugar al corro de la patata

La niña que llevo a la espalda llegó el primer día descalza a los juegos

Intentando coger el color que les gustaba

Jugando a la carretilla


Se lo pasaron genial


Pillaron el juego en seguida

Todos atentos para organizar una gymkana

Guardando la cola para dividir los equipos

Nos enseñaron un juego de corro con letra árabe

Las niñas eran las primeras en jugar al corro
Sesión de peluquería con las niñas
Todos agachados para ver quién perdió


Respecto a los compañeros que se dedicaron a arreglar el colegio y pintarlo, hicieron un gran trabajo. Se hace duro estar pintando clases en plenos meses de julio y agosto, con el calor marroquí y solo pudiendo beber agua embotellada. Aun así lo sobrellevaron muy bien y, visto el resultado, merecieron la pena las horas de esfuerzo. Ellos pintaban las paredes de los pasillos del colegio, las paredes de las clases con murales y las columnas de mil colores. Todo con la ayuda de los amigos de la asociación Caravane d'Art Sans Frontiére.

Mural del fondo de una clase


Las vigas interiores pintadas de colores


Uno de los artistas pintando un paisaje

Preciosa pintura de un bereber en camello

Pequeño mural con un paisaje de oasis

Para acabar con esta entrada, quiero dar las gracias a mis compañeros del campo por hacer que fuera mucho más divertido y llevadero, y por el gran trabajo que hicieron, tanto los de mi temporada como los de las siguientes.



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