El divorcio (طلاق, talaaq),
este se considera un derecho en el islam. El esquema de talaaq significa
“ser liberado de una obligación”. Un sinónimo de talaaq es إنفصال (infisal), que significa literalmente “separación”.
En la legislación del islam shií, el divorcio está permitido bajo las
condiciones de talaaq al-sunna, pero no bajo las condiciones más
innovadores del talaaq al-bid’a, aceptado por algunos suníes.
“Of all the things permitted by law, the most hateful
in the sight of Allah is divorce”.
Hadiz,
Sunnan 13.3, Abu Duwad.
El proceso de divorcio comienza con la repetición de la
declaración de repudio por parte del marido, que debe decir tres veces a su
mujer “te divorcio”. Si, por lo que sea, la declaración se produce por un
hombre bajo estado de intoxicación o de gran enfado, esta será inválida. Si el
divorcio se produce en un matrimonio no consumado, la mujer puede quedarse con
la dote. La declaración de repudio no se puede llevar a cabo cuando la mujer
está menstruando. Si la mujer está embarazada, el divorcio no se puede realizar
hasta que el hijo nazca.
“Divorce is twice. Then, either keep [her] in
an acceptable manner or release [her] with good treatment. And it is not lawful
for you to take anything of what you have given them unless both fear that they
will not be able to keep [within] the limits of Allah. But if you fear that
they will not keep [within] the limits of Allah, then there is no blame upon
either of them concerning that by which she ransoms herself. These are the
limits of Allah, so do not transgress them. And whoever transgresses the limits
of Allah - it is those who are the wrongdoers”.
Corán,
2:229.
Se permite un máximo de tres divorcios en cada pareja
casada. Entre un divorcio y una reconciliación y posterior boda debe pasar un
mes como mínimo, lo que se conoce como tiempo de espera o iddah (العدة). Este periodo de iddah debe respetarse
siempre tras un divorcio o la defunción del marido para poder volver a casarse. Entre el segundo
casamiento previo divorcio y el tercero, la mujer debe casarse con un hombre
diferente, no están permitidas tres bodas seguidas entre los mismos consortes.
Una norma importante a tener en cuenta es que el divorcio no se puede llevar a
cabo durante los días del mes en los cuales la mujer está menstruando. Si
llegara a ocurrir un tercer divorcio, el fiqh no permitiría una boda más
entre la pareja, lo llamado nikah halala.
Las
mujeres musulmanas, en su papel como esposas, tienen derecho a vivir con su
marido en la misma vivienda. El marido debe sufragarle todos sus gastos necesarios durante la vida matrimonial y,
en caso de divorcio, durante el
tiempo de espera. La mujer tiene derecho, si se encarga de criar a los niños, a una parte proporcional de las
ganancias del padre.
La esposa puede pedir la disolución del matrimonio de su marido, por mutuo
consentimiento. También puede pedir el divorcio ante el juez
por razones legales, en el marco de la ley islámica. La esposa hereda de
su marido igual que hereda de sus padres, hijos y parientes. La esposa merece estas
retribuciones sea cual sea su situación económica y sus bienes
particulares.
“Se acercó una muchacha al
Profeta y le contó que fue obligada por su padre a casarse. El Profeta le dio libertad
para seguir casada o disolver el
matrimonio.”
Hadiz de Ahmad y Abu Dawud.
Respecto
al divorcio, lo que para los hombres es el talaaq, para las mujeres existe
la khula (خلع). Esto significa que las mujeres pueden
separarse de los hombres mediante un pago que les hacen, que puede ser el pago de la dote que le fue dada cuando se
casaron.
En un aspecto moral se dice que la khula debe utilizarse, al
igual que el divorcio, como último recurso en un matrimonio y nunca para
complacer deseos carnales de los miembros del matrimonio.
El caso más famoso de khula en la
historia del islam es el de una de las esposas de Thabit ibn Qais. Este tenía
dos esposas y una de ellas, Jamilah bint Abdullah ibn Ubayy, no estaba contenta
con su marido y pidió al profeta Muhammad que le permitiera la khula
para separarse de su marido. Ella alegaba que no se trataba de la fe o la moral
de su marido, sino que era su aspecto físico lo que la hacía no querer
permanecer casada. Muhammad le dijo: “¿Le devolverás el jardín que te dio?” (El
jardín fue la dote que Thabit le dio a Jamilah). Ella accedió y Muhammad ordenó
a Thabit aceptar de nuevo su jardín y el divorció de Jamilah.
Si una mujer
hace una demanda de khula y el marido la rechaza, es deber del juez el
decirle al marido que acepte la petición de su mujer y la deje ir. El tiempo de
espera tras un divorcio o iddah es de un mes o un ciclo menstrual para
asegurar que la mujer no está embarazada. En el caso del talaaq, sin embargo,
el tiempo de iddah es de tres meses.
Si la pareja rompe el iddah
por mantener relaciones sexuales, el divorcio, ya sea talaaq o khula,
queda anulado porque se considera que la pareja se ha reconciliado.
“And those who no longer expect menstruation among
your women - if you doubt, then their period is three months, and [also
for] those who have not menstruated. And for those who are pregnant,
their term is until they give birth. And whoever fears Allah - He will make for
him of his matter ease.”
Corán,
65:4.
Después del divorcio, el marido es
responsable de la educación y manutención de los hijos. Los niños viven con la
madre durante siete años. Después de siete años, los niños tienen derecho a
vivir con el padre o la madre, ya que ellos deciden.
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