La mano de Fátima

¿Alguien no ha visto alguna vez estos bonitos llamadores en una puerta? Seguro que todos alguna vez los habéis visto, ya sea en una casa antigua de un pueblo o incluso en alguna puerta más moderna. Son muy comunes y realmente bonitos. ¡Pues son de tradición árabe! 

Todo viene de la ya famosa mano de Fátima, que además es el nombre que recibe esta aldaba (del árabe الضبة). Hay muchas leyendas a cerca de este símbolo. Entre ellas, la que más peso tiene dice que estaba Fátima (hija del profeta Muhammad) en su casa preparando la cena para su marido Alí, cuando este llego con su segunda mujer inesperadamente. Fátima se sorprendió tanto que dejó caer la mano en una olla de aceite hirviendo. Como consecuencia quedó lisiada de por vida y su padre escogió el símbolo de su mano para inmortalizar aquel suceso. Otra leyenda es la que cuenta un hadiz en el que dice: 

Un día el Profeta tomó la mano de Fátima y dijo: “Quien la conoce, la conoce y quien no la conoce sepa que ella es Fátima, hija de Muhammad y ella es parte de mí, es mi
corazón y mi alma de mi cuerpo, quien la moleste ciertamente que me habrá molestado y quien me molesta a mi ciertamente que habrá molestado a Dios”.

La simbología de la mano de Fatima varía. Para los musulmanes simboliza los cinco pilares del islam, que son la shahada o profesión de fe (شهادة ), la oración o salat (صلاة ), la limosna o zakat (زَكاة ), el ayuno o sawm (صَوْم ) en el sagrado mes de Ramadán, y la peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida.También se cree que representa la familia del Profeta: Muhammad, Fatima, Ali, Hasan y Husain. Sin embargo, para los judíos tiene otro significado. Los cinco dedos representan los cinco libros que forman el Pentateuco, y recibe el nombre de mano de Miriam o mano hamsesh. Además, para los no musulmanes, la mano tiene un uso como amuleto para permanecer alejada la mala suerte y el mal de ojo, aunque esto queda completamente fuera de la religión islámica, la cual prohibe las supersticiones y los amuletos.

Es común encontrar esta mano de Fátima en las puertas de las casas de Marruecos, para proteger la casa y la familia. En la época de Al-Andalus también era típico verla en las puertas de las casas de familias árabes de la época. Quedan ejemplos de esto en tres ciudades españolas, pero la que mejor se conserva es la de la Alhambra, se ve perfectamente la mano marcada en la piedra de la Puerta de la Justicia.

Además de esta buena conservación en la Alhambra, hay dos manos de Fátima mas en España. Una de ellas se encuentra en el Castillo de la Atalaya, en Villena, Alicante. Concretamente en la Torre del Homenaje se puede ver una reproducción del grafito de la mano de Fátima, cuyo original se halla en el Museo Arqueológico de Villena. (Hay que ponerle un poco de imaginación, ya que la imagen está retocada digitalmente, pero creo que se puede apreciar la forma de la mano)

 En Toledo, podemos encontrar las manos de Fatima en los Sótanos islámicos del Cardenal Cisneros. En uno de los arcos, aparecen en las jambas dos manos, una de las cuales está rodeada de tres estilizados pájaros. El significado de las aves en religioso-funerario, ya que los pájaros simbolizan el ascenso a los cielos tras la muerte. 

En nuestro país, como consecuencia de los años de dominio musulmán y la extensión de la cultura árabe, el uso de la mano de Fátima estaba tan extendido que, aún años después del fin de dicho dominio, motivó que, en 1526, el emperador Carlos V convocara una comisión episcopal para prohibir su uso, así como el de todos los amuletos con forma de mano derecha abierta. Pero no debió ser muy efectiva si ya en nuestros días, es todavía común encontrar aldabas con esta forma en tantas puertas.

Como ultima curiosidad, ya que estamos metido en el tema "puertas": una costumbre muy arraigada en las familias sefarditas que viven en Israel o Tesalónica (Grecia) es pasar de generación en generación las llaves de cobre de las que eran sus casas en Granada hasta su expulsión en el siglo XV. En Marruecos también se conservan unas cuantas, pues todo el que se fue de Granada se quiso llevar un trozo de esta ciudad para el recuerdo.